
Hipo es un joven vikingo, que opuesto a los demás, el no tiene los sentimientos ni las ganas de continuar con los problemas que los vikingos mayores a transmitido de generación en generación a sus hijos, el problema principal es su lucha contra los dragones, la peste del pueblo. Los dragones se roban las ovejas de su pueblo y atentan contra el estado pacifico de su pueblo, Odín líder del pueblo y papa de Hipo, es el encargado de liderar las tropas vikingas, pero le preocupa mucho su hijo, que no ha desarrollado un físico importante para la lucha cuerpo a cuerpo y aparte que no se siente a gusto con lo que hacen los demás, sus capacidades inventivas son su principal virtud.

Todo esto llega a un punto distinto, cuando con uno de sus tantos inventos, Hipo derriba a un dragón rayo nocturna, al que en lugar de matarlo decide conocerlo para entender un poco mejor a los de su tipo, esto provoca una nueva amistad, que llevo a bautizar a su ahora fiel acompañante como “Chimuelo”. La unión de estos dos personajes, su amistad, el conocerse y entenderse son el mejor pretexto para valorar esta historia, una historia que nos invita a ser tolerantes, a darnos cuenta que quizás peleamos conflictos que no son nuestros, que no los entendemos y que por supuesto a nosotros no nos interesan.

Dreamworks hizo un trabajo espectacular con el 3-D, ahora si no hay pretextos, la película explota lo mejor que se puede el recurso, los paisajes, las escenas de vuelo, las nubes y esas caídas a toda velocidad que provocan una sensación de vértigo en el espectador son muy buenas, ahora si Pixar tiene que replantear su escenario futuro porque su rival más cercano a colocado este trabajo a la altura de una gran competencia, una historia muy sincera sin tantas pretensiones como la Alicia de Burton, que logra que el publico quede satisfecho con un ejercicio que nos invita a mejorar en todos los aspectos.

Bienvenidos los trabajos en la animación futura si por lo menos mantienen la calidad de historias como Up y Como entrenar a tu dragón que tiene la calidad de mantener a un público pequeño pero sin perder el interés de los adultos.

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