Quisiera decir que no disfrute la película, pero no es cierto, en algún momento me daban ganas de levantarme a aplaudir o aventar flores al ruedo, como en los toros (emulando el movimiento del pañuelo blanco para pedir una oreja). Aquí es cuando me preocupo un poco, no hay historia, ni diálogos inteligentes, mucho relleno, inverosímil, no hay lógica, en fin pero aun así disfrute la película. La película de Silvester Stallone y amigos (o socios, hablando de Schwartzeneger y Willis, dueños del Planet Hollywood, que aparecen muy poco, pero te los venden en el cartel), es una extensión del cine de los 80s en plenitud, un alarde de pirotecnia y de patriotismo gringo contra todos los políticos de latinoamérica, que forman parte de la manipulación americana ante la explotación de recurso de todos los lugares donde Estados Unidos meta la cuchara, quiero aclarar que no todos los gobiernos son manipulados por los “yankees”, solo me refiero a aquellos bien sabidos presidentes que solo se limitan a bajar la mirada ante el tío Sam y que solo se interesan en generar recursos por encima de los intereses sociales.
Esta muy viajado creer que este “entre líneas” sea el motivo por el cual la película no me disgusto, la verdad quiero ver algo bueno en donde no lo hay, pero esta absurda película me conecto con mi lado primitivo, el entender cómo es que lo norteamericanos nos han vendido un sinfín de películas que buscan justificar el porqué de su batalla eterna contra el mal en el mundo que llaman terrorismo, y lo compra uno, lo consume y se lo aplaude, porque el circo que han creado justifica en su totalidad el motivo para defender su causa. En esta película es una mujer, si una sola mujer es motivo para que una isla de 6 000 habitantes sea despedazada en plenitud ( si contáramos los muertos por los malos o los buenos, les aseguro que fueron más de 6000), claro que este detalle está acompañado de sentimentalismo región 4, una mujer latina valiente, artista que no quiere abandonar a los suyos ante la dictadura de un tal Garza, que los tiene en las ruinas, panfleto político común de las películas de Rambo, adorador de las masacres y del pro-armamentismo de su país.
Bueno, si existen puntos rescatables, sería solo la calidad en el montaje de las coreografías, la dirección de Stallone desde John Rambo y Rocky 6 demuestran el estilo propio de hacer cine de acción de gran nivel, con buen ritmo y los chistes necesarios, bueno sin más, la película funciona muy bien por la química de los protagonistas, lo absurdo de la historia, lo mal actuada pero recuerda lo representativo del cine norteamericano a través de la historia. Este tipo de películas grotescas funcionan siempre y cuando la química entre los protagonistas existe, aunque ustedes no lo crean, este grupo tiene futuro. Un domingo palomero bien lo vale, sin duda.
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