Esposito, es un detective jubilado que decide en su soledad comenzar a escribir una novela, que en realidad se refiere a un caso que ha dejado inconcluso, unos 20 años atrás, como ha dejado casi todo inconcluso en el transcurso de su vida. Al volver, encuentra a los amigos y al amor jamás confesado, la juez que siempre fue su jefa, y de la cual siempre estuvo enamorado pero que nunca lo intento por la superioridad económica de ella. “…ella desea casarse más que la misma Susanita” refiriéndose a Mafalda (lectura obligatoria en Argentina) dice su compinche de aventuras encarnado por el actor Franchella, que de forma magistral encarna al Sancho Panza de nuestro fiel Quijote.
Al recordar ese caso que tanto le da vuelta a Esposito, vamos junto con los personajes construyendo precisamente la historia que ha iniciado a escribir, pero que su final aun no lo visualiza por que desconoce en que termino todo, la violación de una joven, asesinada sin merced dejando a un esposo que no encuentra el consuelo tan fácilmente (al final ni difícilmente) pero que solo añora encontrar el culpable para que pague por sus actos “…cadena perpetua, para que sepa que en su vida no hay nada, la soledad es el mejor castigo, la muerte rápida sanaría el dolor del asesino pero no la de el” dice el esposo.
Una serie de situaciones narradas de forma magistral, en retrospectiva, el presente y el pasado como una delgada línea visual, tratados de gran forma por el director (se nota la escuela de Dr. House en muchas situaciones) que dejan un buen sabor de boca en uno, son de esas películas que al final deseas platicar, que te dan motivos a creer en el cine más allá de Hollywood, mas allá del idioma y las fronteras, dentro de la película hay una escena en el estadio del Racing en argentina que en una sola secuencia sin cortes, persiguen al asesino desde la barra cantando un gol (corriendo todos hacia abajo) hasta las afueras del estadio que me hacen recordar a Cuarón en “Los Niños del Hombre”, acción pura con la sensación en tercera persona igual a Paul Grengrass en la Supremacía Bourne o Martin Campbell en Casino Royal, sin duda una película que aborda drama, comedia, thriller, suspenso de muchas formas pero todas de ellas elegantes.
Lo único agradable de la entrega de los Oscars, es que sorpresas como este premio son muy agradables, que gane Zona de Miedo a Avatar, eso no tiene nombre. No a la Guerra, SI al buen cine.
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